Los hornabeques se construían a cierta distancia de una fortificación para fortalecer un flanco débil. La misión principal del hornabeque era obligar a la artillería enemiga a situarse más lejos de la fortificación principal para que no llegasen a dañarla.

El hornabeque de San Roque es el más próximo a Figueres, tiene sus flancos curvos y cubiertos con orejones, en los que hay escalera de caracol para bajar al foso. Cubre la puerta principal de la plaza y se une a ella por medio del puente estable situado en la medianía de su gola; el último tramo de este puente era levadizo. En el ala izquierda estaba el primer puente levadizo, con cuerpo de guardia para la tropa, oficiales y calabozo y un repuesto para municiones.

La bóveda de acceso tiene la particularidad de ser curva. Esta puerta avanzada de la fortaleza tiene una sencilla ornamentación de piedra labrada en la que destacan dos figuras representando guerreros con vestidos greco-romanos, una a cada lado de la parte superior de la puerta y un medallón sin ningún escudo encima del dintel.

Tiene también este hornabeque debajo de sus terraplenes 22 bóvedas (inclusas las de lugares comunes y cocinas), que son en todo semejantes a las del interior de la plaza y destinadas, igual que .aquéllas, a alojamiento de las tropas que debían guarnecerlo.