Bajo el pavimento del Patio de Armas tenemos ubicada la principal reserva de agua potable de la Fortaleza, capaz de garantizar el consumo de la guarnición durante un año.

El agua llegaba mediante un acueducto procedente de dos manantiales, uno situado en las cercanías y el otro en la vecina localidad de Llers.

Utilizando canalizaciones separadas y mediante unos arcos, las aguas, salvaban el desnivel que rodea a la Fortaleza y, atravesando el glacis, llegaban al foso.

Desde allí, una de las tuberías debía llenar por gravedad las siete cisternas ubicadas en el mismo, mientras que la otra, mediante un sifón, elevaba el agua basta el nivel del Patio de Almas. Luego y mediante unas arquetas distribuidoras, se procedía al llenado indistinto de los cuatro grandes depósitos.

La capacidad conjunta de estos depósitos se aproxima a los nueve millones de litros, y se asientan a una profundidad de ocho metros bajo el suelo del Patio. Pueden ser vaciados independientemente y con toda facilidad mediante un desagüe subterráneo que conduce al foso.

Cada depósito abastece a uno de los cuatro pozos situados en las esquinas del Patio de Armas. Merced a la especial forma de llenado de los mismos, las cisternas quedaban a salvo de contaminaciones y sabotajes.